La Tumba
José Agustín
La tumba (1964), es una obra
que se centra en la vida de un joven adolescente, Gabriel Guía, y su trágico
destino.
Se ubica en una época
donde Gabriel es estudiante de preparatoria. Su posición socioeconómica
pertenece a la clase media alta. Se dedica también a la literatura, le gusta
escribir novelas y poemas.
Sus padres llevan una
relación bastante conflictiva, aparecen frecuentemente riñendo y distanciados
cada vez más. Ella, la madre, le acusa a él, el padre, de tener una amante y se
lo reprocha constantemente; pero, por otro lado, se insinúa que ella sigue el
mismo camino.
El grupo de amigos es
muy parecido a él; pertenece a un circulo literario, y por medio de éste conoce
a diferentes mujeres, de las cuales, de una de ellas, se enamora en un
principio, ella es Elsa, pero siempre tiene la sensación y el sentimiento de un
gran vacío. Con otra mujer, Dora, tiene una relación conflictiva, ella se ve
obligada a salir un tiempo y al regresar esta cambiada, quizá más consciente de
su propia existencia. Dora, de alguna forma adquiere una identidad que le
permite estar más definida en muchos aspectos. Tienen una plática en la que
ella le cuestiona a Gabriel su vida disipada y disoluta, como consecuencia,
esto le provoca a él una sensación mayor de vacío, frustración y sin sentido de
la vida.
Tal vez sea esto y la
situación de casa lo que le llevan a plantear el suicidio como una alternativa,
llevándola al acto mismo.
Imposible dejar de
soslayar la situación en casa en la cual se sentía carente de afecto; cuando
requería una muestra de éste, como fue el día de su cumpleaños, su padre le
regala un cheque. Lo material como sustituto del afecto.
En la etapa de la
adolescencia es muy difícil establecer
el límite entre lo “normal” y lo patológico, ya que todos los cambios
que ocurren y los eventos que se sufren se pueden considerar como normales. A
Gabriel le ocurre esto y justamente es difícil de establecer un límite entre
las dos situaciones arriba mencionadas. Gabriel busca una individuación, en relación
a su personalidad que no logra; busca una identidad, como el tener un
sentimiento de mismidad sentida por él y reconocida por otro, que tampoco
encuentra.
La etapa de la
adolescencia es muy inestable, hay desequilibrios, ensimismamiento, audacia, timidez,
apatía, rebeldía, entre otras características; todo esto tiene que ver con los
modos de actuación del adolescente, en relación con un comportamiento
autodestructivo, la búsqueda del peligro físico, de las drogas o el alcohol, el
reto a la autoridad. Todas éstas
situaciones las vive Gabriel de
una u otra forma.
Pero, ¿qué lo lleva al
suicidio? ¿Por qué toma ese camino, aparentemente más fácil? Por un lado el
papel que juegan los padres es de suma importancia ya que las muestras de
afecto y cariño hacia él son muy escasas; y por otro lado, guardando toda
proporción y si se pudiera hacer ésta comparación, con el papel que juega la
melancolía, que Sigmund Freud describe en el texto “Duelo y Melancolía” (1915).
En la melancolía, el
sujeto describe su yo como indigno de toda estimación y moralmente condenable,
se dirige amargos reproches, se insulta y espera la repulsa de los demás. Este
delirio de empequeñecimiento, principalmente moral, se complementa con etapas
prolongadas de insomnio y rechazo a alimentarse. Gabriel sufre de éstos
síntomas melancólicos. En la melancolía existe un tormento placentero, que se
inflige así mismo, lo cual significa la satisfacción de tendencias sádicas y de
odio, orientadas hacia un objeto pero retrotraídas al propio yo del sujeto.
Este sadismo, menciona Freud, aclara el enigma de la tendencia al suicidio, que
tan interesante y peligrosa hace a la melancolía. Esa idea pude ser aplicable
para entender y explicar el suicidio de Gabriel.
Marco Bautista
Agustín, J. La
Tumba; 1978,Ed Grijalbo. 13ª ed. México, D. F.
Agosto de 2017.